El 29 de julio, unos delincuentes lo rociaron con combustible y le prendieron fuego para asaltarlo. Hoy no trabaja y congeló sus estudios. Vive en Chiguayante y continúa con sus terapias, que han evolucionado positivamente. "La justicia es demasiado garantista", dice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario