06/09/2016 13:00:00Evelyn Aguilera evaluó la misiva de la expareja de Nabila Rifo y concluyó que es una persona con autocontrol y que piensa antes de actuar. Sin embargo, su letra es típica de alguien que tiene problemas de alcoholismo y se denotan algunos rasgos obsesivos.La expareja de Nabila Rifo, Mauricio Ortega, envió una carta desde prisión preventiva donde se encuentra recluido desde que fue formalizado por femicidio frustrado. En la misiva de dos planas y un pequeño extracto, el único imputado por el caso alega inocencia y también persecución por parte de los fiscales. Evelyn Aguilera, grafóloga forense y directora académica del Instituto de Técnicas Neuroescriturales analizó la escrituta y la firma de Ortega con la que finaliza la carta. Eso sí, advirtió que el último párrafo posiblemente es el más valioso de todos, "no sólo porque está en una hoja blanca, sino porque es lo más inconsciente desde la perspectiva de la escritura", advirtió la profesional. La profesional concluyó a grandes rasgos que Ortega es una persona estructurada y que a pesar de tener un perfil que da cuenta de actitudes negativas, no compatibiliza con el nivel de sadismo que se le estaría imputando en el caso de la brutal agresión que sufrió Nabila, donde le arrancaron los ojos. "No tendría un perfil de una persona que incurre en un acto que tiene características de ser un agresivo, que no piensa y que no empatiza. Tampoco tiene las características de sadismo en su grafía", precisó Aguilera. La grafóloga explica que en un contexto de hoja blanca (último párrafo de la carta), lo primero que es posible advertir son los espacios en blanco que existen, lo que permite ver el orden mental de la persona que escribe y la capacidad de autoregulación. "Él tiene un espacio satisfactorio entre reglones, hay un orden mental, hay claridad en las ideas, en cómo se concatenan las ideas de manera lógica, o sea, logra elaborar ideas complejas sin mayor conflicto". Para el caso del espacio entre palabras, se puede definir qué pasa con el sujeto entre que realiza una acción y está por cometer otra. "Tiene la capacidad de evaluar y reevaluar las acciones que ejecuta. O sea, no es que él no se de cuenta de lo que hace. Es capaz de elaborar ideas complejas antes de cometer la acción. Por lo tanto, no podemos decir que es una persona impulsiva". No obstante, Aguilera comentó que la letra manifiesta ciertos temblores que son típicos de una persona que consume alcohol o algún tipo de droga. Y en estos momentos - que está en prisión preventiva - la letra de Ortega acreditaría que está pasando por un periodo de abstinencia. "Eso condiciona que el sujeto pierda el control cuando pierde la consciencia, pero en momento de no ingerir estas sustancias tiene claridad de lo que dice y lo que hace. Según la escritura, no es una persona que pueda suponer una alteración del juicio de la realidad", dijo la grafóloga. Otra de las características que llamó la atención de la profesional, es el repaso de algunas letras, por ejemplo remarca la letra "i" de "inocente". "Eso habla de rasgos obsesivos, porque retoma una actividad que no ha resuelto cierta problemática. Eso se vincula con la inseguridad, también se ratifica por otras torsiones de letras que hay en todo el trazado". No obstante, esos rasgos no indican una característica psicopática. "En la carta veo indicadores de alcoholismo, alta tensión y mucha irritabilidad. Probablemente está enojado por la situación por la que está pasando, pero no significa que sea un sujeto que pasa enojado todo el tiempo". Eso lo corrobora, por ejemplo, los óvalos de la letra "o", lo que en el caso Ortega "son bien administrados", sin embargo hay algunos que hace con ciertos pinchos (rayitas que sobresalen al interior del círculo). "Los pinchos son sentimientos de culpa, hablan de una actitud autopunitiva, se responsabiliza de muchas cosas y se siente que 'debe algo'. En este caso, hay un pincho en la palabra hijos, eso puede sugerir que siente una culpa con ellos, por eso no se habla de un sicópata, porque ellos no son capaces de empatizar con el resto, y en el caso de Ortega eso no es así", puntualizó Aguilera. También en la misiva existe un "lapsus calami enfático", el que normalmente ocurre de manera inconsiente. Por ejemplo, en el segundo párrafo donde habla sobre el cuidado de su familia y la promesa de cuidarse hasta el fin, la letra comienza a achicarse. "El sujeto puede ocultar información relevante, entonces podría no ser tan así como él dice, está generalizando y forzando lo que escribe", explicó la directora del instituto. Sin embargo, según Evelyn Aguilera, "la escritura no tiene compatibilidad con la naturalza del ilícito, pero eso no quiere decir que no pueda ser un agresor físico o que haya tenido 'encontrones' con su pareja o hijos, pues sí tiene los indicadores de irritabilidad y problemas con el alcohol. Pero no tiene la falta de control, ni de empatía, que son lo que se encuentra en un contexto de femicida o un psicópata". Asimismo, cuando Ortega "borra" algunas palabras con el mismo lápiz, quiere decir que puede "ocultar un error cometido. El problema es que no lo ve él ni el resto, pero ve la huella del error. Es una paradoja de cómo él administra sus errores". Finalmente, respecto a la firma de la expareja de Nabila Rifo, la grafóloga comentó que es lo más espontáneo de una persona y en este caso, "está bien estructurada". "No es intrincada o con tachaduras, eso implica que tiene claridad de ideas y compatibiliza con lo analizado respecto a su escritura. Los ángulos tienen que ver con irritabilidad, quizás porque está enojado porque no puede controlar su dependencia y eso lo irrita o porque ahora no entiende muchas cosas".
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