El Ministerio de Defensa no sólo tuvo que lidiar con los funcionarios de la DGAC movilizados, sino también con la presión interna del gobierno que buscaba evitar una situación similar a la del Registro Civil. Aunque los buenos oficios de parlamentarios oficialistas posibilitaron el término de la huelga, se evaluó traer equipos de Argentina para operar los aeropuertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario