
En una carta dirigida a sus cercanos el sacerdote indicó que "jamás he tocado, ni siquiera mirado de forma abusiva, a esta niña, ni a ninguna otra persona".
Afirma que el gobierno está cambiando las reglas del juego y que hay "un ambiente de incertidumbre que hace muy difícil que la inversión se recupere". Frente a ello su solución es el diálogo. "Si el costo de la estabilidad son 2 o 3 puntos de rentabilidad, los empresarios están dispuestos a pagarlo", pero no si de 20% pasan a 5%, dice.