28/07/2015 13:01:00No sólo la recién fallecida Bobbi Kristina tuvo una temprana muerte, sino que otros familiares de las grandes estrellas también han dejado este mundo antes de lo esperado.Crecer en un ambiente de focos, flashes y millones de fanáticos que rodean a alguno de tus familiares puede generar varios patrones equivocados que terminen repercutiendo en tu adultez. Algunos se sienten pasados a llevar, otros ignorados o envidiosos, y otros, incluso tentados por su estilo de vida. El reciente fallecimiento de la única hija de Whitney Houston fue la prueba viviente de que los excesos que muchas veces produce la fama, puede terminar en un trágico final. Bobbi Kristina Brown falleció el pasado domingo, luego de pasar en coma durante seis meses. La hija de 22 años de Whitney Houston y Bobby Brown fue encontrada el 31 de enero sumergida e inconsciente en su bañera. Una situación muy similar a las condiciones en las que su madre murió el año 2012. Houston murió ahogada en su tina luego de haber consumido sustancias ilícitas que habrían repercutido en el involuntario ahogamiento. Por lo mismo, se especuló que la joven Brown también podría haber incurrido en el mismo camino, sin embargo, la joven siempre lo negó en vida. Una temprana e inesperada muerte le tocó también a Peaches Geldof, la hija del cantante irlandés Bob Geldof, quien murió a sus 25 años de una sobredosis de heroína. La joven, tenía dos hijos, estaba casada y era una "It girl", es decir, tenía mucho arrastre con su público por sus notas en distintas revistas de moda y su participación como modelo en diferentes desfiles de la industria. El problema fue que Peaches nunca pudo superar la muerte de su madre, la modelo Paula Yates, quien también murió de sobredosis de heroína cuando Peaches tenía sólo 11 años. Esto, terminó marcando tanto su vida, que terminó teniendo el mismo trágico final. Varios estudios han encontrado un vínculo entre las conductas adictivas y la herencia genética, de hecho se estima que los hijos de adictos son ocho veces más proclives a desarrollar una adicción. Según el psicólogo estadounidense Oliver James, se trata de una repetición de comportamiento que puede estar influenciada por las situaciones a las que nos exponemos como niños en la edad temprana. Si el patrón son las drogas y el alcohol, es probable que el niño crezca con esa predisposición a pensar que está bien ingerir esas sustancias, independiente sus conocimientos nocivos para la salud. Una tendencia aún más drástica es la que se esparció por la familia Hemingway. El reconocido escritor estadounidense se disparó con una escopeta a principios de los años 60. Esto, repercutió luego en la salud mental de su nieta, Margaraux Hemingway, quien decidió suicidarse con una sobredosis de sedantes el día antes del aniversario número 35 de la muerte de su abuelo. Margaux fue una supermodelo y actriz que no le costó entrar a la fama por el peso de su apellido. Sin embargo, tanta atención la terminó derivando a adicciones y enfermedades alimenticias que terminaron por llevarla a decidir su muerte a sus 41 años. Un caso aún más duro se vivió en la familia española de uno de los mayores exponentes del cubismo: Pablo Picasso. El pintor murió el año 1973, pero su nieto, Pablito, no pudo soportar su ausencia ni por un día, por eso, terminó suicidándose tomando una botella de cloro.
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