30/11/2015 18:14:00Miguel Parrondo quedó al borde de la muerte en 1987, pero despertó en 2002, sin entender por qué la gente hablaba sola (por celulares), por qué había tantos autos en las calles y sorprendido por lo pequeños que eran los computadores.Miguel Parrondo tenía 32 años en 1987 cuando iba manejando por Santa Cristina, España, con un grupo de amigos camino a una zona de fiesta, cuando un accidente dejó sin vida a una de las tripulantes y él quedó en coma. Según su relato, su padre era un hombre muy religioso, por lo que ignoró los consejos de los doctores de desconectar a Miguel en su momento más grave. Pese a que su caso es uno en un millón, resultó que su papá tuvo razón, pues como si se tratara de una teleserie, el hombre despertó 15 años después y se encontró con un mundo totalmente diferente. "Es increíble lo que cambió el mundo desde 1987 a 2002, el año en que volví a nacer", contó al suplemento Verne, del diario español El País. En los 15 años que pasó en coma, ni su madre ni su hija -que tenía 12 años en el momento del accidente- se separaron de él y precisamente fue la primera cara que Miguel reconoció al despertar. "Me cuentan que mi madre pasó todo el tiempo a mi lado, en el hospital, hasta que un día de 2002 abrí los ojos. En ese preciso instante tenía a mi hija delante. "¿Tú eres Almudena?", le pregunté. Cuando perdí la conciencia mi hija tenía 12 años, pero al despertar era una mujer de 28. Imagínate el susto y la alegría que se llevó. El cerebro es algo increíble", contó. Miguel trabajaba como programador informático cuando los computadores eran máquinas gigantes que funcionaban con tarjetas perforadas. Cuando volvió del coma, en 2002, no podía creer los avances tecnológicos en su campo. Como por ejemplo, la existencia de los celulares: "Al salir del hospital también pensé que todo el mundo se había vuelto loco porque les había dado por hablar solos. Pero claro, es que yo nunca antes había visto un teléfono móvil". También se tuvo que actualizar en geografía, política y economía, dado que se perdió la caída del muro, el nacimiento de la Unión Europea y el cambio de la peseta al Euro. Además de eso, estaba su nuevo cuerpo: no despertó como se recordaba a sí mismo. Las canas y el cuerpo de un hombre que pasa 15 años en coma fueron algo totalmente nuevo para él, pero asegura se está acostumbrando. A Miguel le dieron una pensión de invalidez y no ha vuelto a trabajar. Por un lado lo agradece, porque considera que hubiese sido "una labor titánica ponerme al día en mi trabajo", pero por otro lado "ahora me aburro muchísimo (...) De verdad, no me explico cómo hay gente quiere vivir sin trabajar. Eso aburre mucho, créanme".
No hay comentarios:
Publicar un comentario