¿Qué les pasa a los bebés cuando los dejas llorar?

28/04/2016 10:16:00Cuando hablamos de recién nacidos y pequeños que aún no pueden expresarse de otra manera, esta práctica no es útil. Por el contrario, podría llegar a dañar su sistema nervioso central."Déjalo llorar, que no sea tan regalón", "Si un poco de llanto no le va a hacer mal", "no se va a morir por llorar un rato", son frases que las madres de recién nacidos o niños pequeños suelen escuchar entre los millones de consejos que reciben los primeros meses. Pero ¿es bueno? ¿qué pasa en el cerebro de los bebés cuando los dejan llorar sin parar? El jefe del servicio de medicina psicosomática del hospital infantil de la Universidad de Múnich Karl Heinrich es tajante en responder: no sólo no es bueno, sino que puede acarrearle consecuencias físicas y emocionales al niño por toda la vida. Según explicó al diario alemán Süddeutsche Zeitung, el no tener consuelo eleva el nivel de estrés de las guaguas y a la larga esas hormonas pueden llegar a dañar su sistema nervioso central, crecimiento y capacidad de aprendizaje. Otro problema es que a futuro no sabrán adaptarse al estrés. "Aprenden muy pronto a activar un programa de urgencia en su cerebro, muy similar al acto reflejo de la tanatosis observado en algunos animales que ven su vida amenazada, y que consiste en simular la muerte", explicó Heinrich. O sea, ya sea que se sienten solos, tienen hambre o frío, lo que los bebés interpretan ante la indiferencia, es que podrían llegar a morir, pues el mensaje que están recibiendo es: "Nadie irá a ayudarte". Cabe recordar que los pequeñitos no tienen la misma percepción del tiempo que los adultos, así que hayan pasado cinco minutos o una hora, para ellos será igual de dramático. Además, un estudio inglés arrojó que mientras los padres más ignoran a su hijo, éste más llorará. En cambio, los que tienen sus necesidades cubiertas, lloran menos. "Los niños necesitan calor físico para satisfacer sus necesidades psíquicas elementales y reducir su estrés. Sólo de esta forma pueden construir vínculos seguros y confiados con sus padres, y después con las demás personas de su entorno", agregó la directora del Instituto de Pedagogía infantil de Baviera, Fabienne Becker-Stol, a la misma publicación, recogida por The Huffington Post.