07/09/2016 8:00:00El noruego había comprado el asiento para ducharse, pues dice tener un problema en sus rodillas. Pero un día sufrió un incidente y no tardó en contar su historia en redes sociales, donde dice que "uno de sus marineros" quedó atrapado en uno de los orificios.Claus Jorstad es un noruego que compró una silla (como las de la imagen) a la empresa Ikea. Con la intención de usarla para ducharse por tener un problema en sus rodillas, relató públicamente el último episodio que lo hizo vivir un gran "contratiempo" con uno de los orificios del asiento y uno de sus testículos. El hombre de 45 años contó su incidente en Facebook y se volvió rápidamente viral. En la publicación se refiere a él como "el capitán y sus dos marineros" y explicó que uno de sus "marineros" se hinchó a raíz del calor y cuando quiso levantarse sintió un tirón. Finalmente relató que tuvo que darse un chapuzón de agua fría para que "su marinero" se achicara y pudiera sacarlo. A modo de ironía, le preguntó a Ikea si tenía mejor una silla de color amarillo. Pero la polémica no terminó ahí. De hecho, la misma empresa le respondió con humor. Como se indicó en The Huffington Post, le recomiendan que saque la silla de la ducha y la utilice para poner una flor. También le insisten en que "cuando salga a navegar" lleve ropa más adecuada para la ocasión y por último, le dicen que la silla de la controversia no está disponible en el color que les pide. Claus Jorstad les contestó y publicó una vez más la foto de la silla, pero esta vez tapada con un paño. "Las sillas las carga el diablo...".
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