La viuda de Robin Williams relató los últimos días del actor: "Nunca supieron cuál era su tipo de demencia"

04/10/2016 11:13:00La carta la tituló "El terrorista dentro del cerebro de mi marido" y en ella detalla que él padecía la demencia de los cuerpos de Lewy (LBD). "No hay ninguna cura y Robin estaba volviéndose loco", escribió.El actor Robin Williams se suicidó en agosto de 2014. Pocos sabían de la enfermedad que lo aquejaba y cómo vivía el día a día. Después de dos años de su muerte, su esposa Susan Schneider Williams publicó una carta en la revista Neurology donde habla de su marido y sus últimos días. Lee también:Viuda de Robin Williams: "Lo perdono por quitarse la vida" La tituló "El terrorista dentro del cerebro de mi marido" y en ella detalla el deterioro mental del actor. Explicó que Robin padecía la demencia de los cuerpos de Lewy (conocida como LBD); una enfermedad mortal y silenciosa que no lograron diagnosticar a tiempo. Lee también: Cinco cosas que no sabías de Robin Williams El actor sufría de ataques de paranoia, alucinaciones, insomnios y fallos de memoria. "La psicoterapia y otras ayudas médicas se convirtieron en constantes para intentar manejar estas condiciones", precisó la viuda. Además, dice que los doctores nunca supieron qué tipo de demencia padecía el actor, por eso Robin se perdía a sí mismo sin saber qué pasaba. Ahora Susan trabaja en una fundación para encontrar la cura para esta enfermedad. "No hay ninguna cura y Robin estaba volviéndose loco, puedes imaginar el dolor que sintió mientras veía cómo se desintegraba", escribió. El último día que estuvieron juntos Susan no lo olvida. "Fue como una cita larga al acabar el domingo, llegué a sentir que se encontraba mejor, cuando nos fuimos a dormir, me dijo, buenas noches mi amor, sus palabras aún hacen eco en mi corazón". Según se detalló en The Huffington Post, en la misiva Susan también declaró que no sólo perdió a su marido por LBD, sino a su mejor amigo. "Robin y yo habíamos encontrado el uno en el otro ese amor incondicional que habíamos anhelado siempre... Cualquier problema era superable porque nos teníamos el uno al otro", recordó Schneider.