Militar uruguayo preso por el caso Berríos terminará condena en su país

17/11/2016 22:08:49Tomás Casella llegó hoy a Montevideo procedente de Santiago para terminar de cumplir una pena de prisión por el secuestro del ex químico de la DINA.El militar uruguayo Tomás Casella llegó hoy a Montevideo procedente de Santiago para terminar de cumplir una pena de prisión por el secuestro de Eugenio Berríos, un ex asesor y químico de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Medios locales informan que mañana es esperado su compatriota y militar Eduardo Radaelli, quien también debe completar la pena dispuesta oportunamente por la justicia chilena. El traslado se produce en base a lo dispuesto por la Convención de Managua, de junio de 1993, que permite que los detenidos extranjeros sean trasladados a su país de origen, según ciertas condiciones. Esta convención fue firmada por todos los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA). Se aguarda en Uruguay la documentación respectiva desde Chile para determinar el tiempo que le resta a los dos hombres imputados por los delitos de secuestro y asociación ilícita. Casella fue condenado a 15 años; Radaelli, a 12 años. Un tercer militar uruguayo, identificado como Wellington Sarli, estuvo cinco años en la cárcel y decidió permanecer en Chile. Los tres fueron extraditados por Uruguay en 2006 a requerimiento de la justicia chilena por la desaparición y posterior asesinato de Eugenio Berríos. En agosto de 2015, la Corte Suprema de Chile confirmó la sentencia contra los tres militares uruguayos y once chilenos "por los delitos de secuestro, homicidio y asociación ilícita en la muerte del ex químico de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Eugenio Berríos Sagredo, ocurridos a partir de octubre de 1991 en Chile y Uruguay", indicó entonces un comunicado oficial. Berros estaba señalado como experto en la fabricación y el manejo del gas sarín que, presuntamente, se utilizó durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), contra opositores al régimen. Cuando cayó la dictadura de Pinochet, Berríos se habría refugiado en Uruguay, donde fue visto en 1992 cuando se presentó en una comisaría de una ciudad balnearia de la costa atlántica para denunciar que estaba secuestrado. Tres años después, en 1995, su cuerpo apareció en una playa cercana a Montevideo, también en el este uruguayo.