03/02/2017 18:22:26Hoy se pudo volver a circular por donde hasta ayer había un infierno. El fuego destruyó más de 2.300 hectáreas y al menos 18 viviendas en los sectores de La Polcura y Tumán y fue combatido por surfistas, veraneantes, bomberos, brigadistas extranjeros, aviones dromader y 14 pasos del Supertanker en dos días. Flora nativa, dos casas, mangueras, tubos y hasta los cactus. En el incendio de Navidad, que está contenido, pero que destruyó más de 2.300 hectáreas y al menos 18 viviendas en los sectores de La Polcura y Tumán, los vecinos pudieron recién hoy pasar por donde ayer había un infierno. Víctor Pérez, que trabaja con liebres o minibuses en estos caminos rurales, y que tiene algunas parcelas en el sector, no podía creer lo que veía. "Se quemó todo, todo. Mira, los árboles, los cactus, el fuego llegó al mar. Mis dos vecinos perdieron sus casas", se lamenta mientras mira las mangueras que tenía en su predio y que se derritieron hasta quedar convertidas en una masa plástica negra y azul. Alrededor, las quebradas por las que avanzó el incendio, quedaron peladas y terminan en una imagen que da lástima, en un acantilado negro frente al mar. El viento se encargó no solo de atizar las llamas, sino también de llevarse lejos las cenizas, dejando el terreno como si nunca hubiese existido ahí vegetación. El fuego duró tres días antes de ser controlado y lo combatieron con cuadrillas de veraneantes que estaban en el balneario vecino de Matanzas, de surfistas que aportaron manos y palas, de maquinaria pesada, de brigadistas de Panamá y Argentina, de bomberos, el Supertanker (pasó 14 veces en dos días), aviones dromader y cuatro helicópteros. Entre todos construyeron cortafuegos y fueron acorralando las llamas hasta dejar dos pequeños focos que estaban contenidos.
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