martes, 4 de abril de 2017

Monja que demandó al arzobispado tras violación: "No quiero hundir a la Iglesia, quiero que no se repita"

Monja que demandó al arzobispado tras violación:

04/04/2017 12:17:04La hermana Francisca, cuyo caso fue revelado ayer por TVN, se refirió a la demanda que entabló contra la Iglesia y dijo que desde su orden religiosa "sólo recibí de ellas maltrato". En conversación con radio Cooperativa, la hermana Francisca, monja de la orden de las Clarisas Capuchinas, que denunció haber quedado embarazada producto de una violación al interior del Monasterio de la Santísima Trinidad, y que demandó a la Iglesia por no haber recibido apoyo, entregó su testimonio sobre el caso. "Me siento frágil, pero fuerte, en paz, feliz , porque se empieza a restaurar mi dignidad como mujer, como religiosa, como persona", dijo la religiosa. La hermana Francisca, quien fue atacada sexualmente en 2012 por un trabajador que realizó reparaciones eléctricas en el templo ubicado en Santiago Centro, reiteró su denuncia respecto del poco apoyo que recibió de parte de la iglesia y de las religiosas de su orden. "Sólo recibí de ellas maltrato", sostuvo y, agregó que "no me creyeron, hasta llegaron al punto de calumniarme". En su relato, la religiosa planteó que abandonó el monasterio "cuando sentí que ya no tenía apoyo". También dijo que en 2013, en el arzobispado de Santiago, le dijeron "solamente que esperara que 'las aguas decantaran". Una vez conocida la demanda en su contra, explicó la hermana Francisca, la visitaron un par de veces desde el arzobispado y desde su orden religiosa. La primera vez para llevarle dos documentos, uno para legalizar su tema civil-reigioso y el segundo para la defensa de sus votos. En su relato a Cooperativa, la hermana dijo que "me llamaban para que firmara porque el cardenal (Ricardo Ezzati) los estaba exigiendo". En enero, hubo una segunda visita "a mediodía, a mi casa, con otra carta totalmente distinta, que me integrara al monasterio o al lugar que quisiera. Les dije que "esa carta era la que estaba esperando hace rato". Dijo la religiosa, además, que aunque le "entregaran el Vaticano", nada podría reparar lo que sintió tras el trato recibido, pero que la acción judicial que emprendió contra el arzobispado de Santiago busca "volver a reparar mi corazón, podría tener una calidad de vida mejor y mi dignidad en paz". Además explicó que actualmente vive gracias a la caridad de algunas de sus amistades y que hasta ayer, cuando decidió hacer público su caso, su familia no estaba enterada del hecho. La hermana Francisca planteó que no tiene claro si volverá a la vida religiosa, aunque sostuvo que "amo a mi iglesia y la perdono". "No es que quiera hundir a la iglesia, lo que quiero es que no se vuelva a repetir", dijo. Dijo además que en la vida religiosa "hay muchos y muchas que viven" algo similar a lo que le pasó a ella y que se "disimula, como que nunca hubiera pasado nada. Cómo sufría por tener que soportar una mentira", indicó. Consultada sobre si su caso tiene similitudes con lo ocurrido con las víctimas del caso Karadima, en relación a la reacción de las autoridades eclesiásticas, la hermana Francisca dijo que "probablemente lo sea. Lo siento mucho por esos jóvenes" y planteó que aunque las tratativas legales de ellos no funcionaron, "sí ganaron en la justicia del pueblo y con eso uno se siente dignificado". Yo siempre dije que por qué en nuestra madre Iglesia tapamos, defendemos lo indefendible" dijo la religiosa.

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