lunes, 1 de mayo de 2017

Para que la inmunización funcione, 94% de la población infantil debe estar vacunada

Para que la inmunización funcione, 94% de la población infantil debe estar vacunada

01/05/2017 8:11:36En Chile, 93% de los niños de hasta un año cumplen con ello. Especialista recordó que efecto de protección de la inoculación no es sobre sólo una persona, sino sobre el resto de la población.Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedica la última semana de abril a promover la inmunización de la población en todas las edades. En nuestro país, la cobertura a nivel nacional alcanza al 93% hasta el primer año de vida, y si bien la tasa de rechazo es inferior al 1%, igualmente pueden generarse brotes de determinadas enfermedades. Al respecto, la Dra. Marcela Potin, infectóloga de la Red de Salud UC CHRISTUS, afirma que "es muy importante comprender que si bien las vacunas se aplican a un individuo, estas acciones afectan a todas las personas a nuestro alrededor, incluyendo miembros de nuestra familia, como hermanos que todavía no se han vacunado o abuelos inmunosuprimidos. Por esto hablamos de la inmunidad de rebaño, porque es un concepto colectivo que implica la responsabilidad de vivir en sociedad. Por ejemplo, frente al sarampión o coqueluche, sobre el 94% de la población infantil debe estar vacunada para que funcione la inmunidad". En este sentido, cabe destacar que el Programa Nacional de vacunas protege contra 13 enfermedades, desde la tuberculosis hasta la rabia, y está disponible para todos los que viven en Chile gratuitamente e independiente de su nacionalidad. Las vacunas son seguras Las vacunas disponibles en la actualidad han sido sometidas a rigurosos procesos de aprobación e incluso algunas han sido probadas durante muchos años. Al respecto, la Dra. Potin explica que las vacunas "pueden tener efectos adversos graves en casos muy específicos, pero esto es algo poco frecuente y son mucho menores que los problemas que trae la no vacunación. Por ejemplo, en el caso de la meningitis que es uno de los contagios más graves, el 10 a 20% de los infectados puede morir por menigitis meningococica y el 20% quedar con secuelas''. En el último tiempo se han divulgado informaciones falsas relacionadas con ciertas vacunas, generando temor en algunas personas. Una de ellas es el posible vínculo entre el autismo y la vacuna contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola. No obstante, se ha podido determinar que el estudio de 1998 que provocó está inquietud contenía graves irregularidades, por lo que fue retirado. Otra información errada se refiere al timerosal, que es un compuesto orgánico con mercurio que se añade a algunas vacunas como conservante, siendo el más utilizado para las vacunas que se suministran en ampollas de dosis múltiples. Sin embargo, existen pruebas científicas que permiten asegurar que la cantidad de timerosal utilizada en las vacunas no conlleva un riesgo para la salud. Cinco razones para vacunarse Las enfermedades contra las que podemos vacunarnos volverían a aparecer. Si las personas no están vacunadas, algunas enfermedades que hoy son poco comunes, como la poliomielitis y el sarampión, reaparecerían rápidamente. Es más probable padecer un trastorno grave por una enfermedad prevenible que por una vacuna. Por ejemplo, la poliomielitis puede provocar parálisis, mientras que el sarampión puede causar encefalitis y ceguera. Si bien las enfermedades prevenibles por vacunación son actualmente poco comunes en muchos países, los agentes infecciosos que las provocan siguen circulando en algunos lugares. En un mundo sumamente interconectado, dichos agentes pueden atravesar las fronteras e infectar a cualquier persona no protegida. Las vacunas interactúan con el sistema inmunológico para generar una respuesta similar a la que produciría la infección natural, pero no causan la enfermedad, ni exponen a la persona inmunizada a riesgos de posibles complicaciones. En cambio, el precio de la inmunización por infección natural podría ser el retraso mental provocado por Haemophilus influenzae tipo b (Hib), defectos congénitos debidos a la rubéola, cáncer del hígado derivado del virus de la hepatitis B, o complicaciones graves por sarampión. Somos responsables por vivir en sociedad.Así como todos los individuos poseen ciertos derechos básicos dentro de la sociedad en la que viven, como el acceso la salud o agua potable, también tienen deberes y responsabilidades. Se debe tener conciencia que al vacunarse se protege además al entorno, a los familiares y a las personas más vulnerables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario