01/08/2017 15:52:06Un artículo de The New York Times plantea que reaccionar con groserías en ciertas circunstancias, sería un comportamiento correcto y apropiado. Un artículo de The New York Times planteó que reaccionar a ciertas situaciones diciendo groserías es algo completamente correcto y que podría tener un fin emocional, social y fisiológico. Contraria a la creencia respecto de que los garabatos demuestran pobreza de vocabulario o que se trata de vulgaridades, el artículo plantea que son efectivos precisamente porque son inapropiados. Además, dice el artículo, la paradoja es que las palabras designadas como groserías, lo son porque se les ha designado como tales, si no, serían términos comunes y corrientes. Dicha denominación se traspasa generacionalmente y los niños crecen pensando que se trata de "malas" palabras. De acuerdo con la información de The New York Times, un estudio realizado por un académico de la U. de Harvard calificó los garabatos de acuerdo a a algunas nuevas funciones que cumplen, por ejemplo, para enfatizar algo o, para expresar una opinión en forma provocativa. También tienen un efecto catártico: un profesor de Psicología de la Universidad Keele pidió a un grup de estudio que escribiera qué palabras dirían si se golpearan el dedo con un martillo, incluyendo groserías. A continuación solicitó a las personas que realizaran un listado de palabras "neutrales" que usarían para describir una silla y, acto seguido, que sumergieran una mano en agua helada, aguantando lo más que pudieran y, repitiendo algunas de las listas: un garabato o una palabra neutral. Quienes repetían groserías, podían, en promedio, aguantar la mano en el agua por casi un 50% tiempo más que aquellos que decían palabras. Además percibieron el dolor en forma menos intensa. La investigación concluyó que decir garabatos reduce la sensibilidad al dolor.
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