jueves, 19 de octubre de 2017

Una buena alimentación: una de las claves para prevenir la osteoporosis

Una buena alimentación: una de las claves para prevenir la osteoporosis

19/10/2017 7:30:00El consumo de calcio y fósforo tiene efectos benéficos en la mineralización de los huesos.Un nutricionista explicó cómo una buena alimentación ayuda a prevenir la osteoporosis, enfermedad ósea crónica que se caracteriza por la baja de masa ósea y la disminución del tejido óseo. "Está muy documentada la relación que existe entre la adecuada nutrición del calcio y el fósforo y sus resultados sobre la mineralización ósea y las patologías asociadas a déficit de estos nutrientes", dijo el docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Juan José Rojas. El experto sostuvo que el consumo de lácteos como leche, yogurt y quesos "ha sido motivo de enorme controversia debido al mensaje construido que da cuenta de la inconveniencia orgánica de consumir lácteos por múltiples razones. Sin embargo, la evidencia científica ha mostrado consistentemente que el consumo de calcio y fósforo en etapas clave de la vida hacen posible disminuir la ocurrencia de patologías nutricionales del hueso, entre ellas, la osteoporosis", aclaró. Rojas sostuvo que los productos lácteos deben consumirse durante toda la vida, "con especial atención en la etapa de infancia, adolescencia y períodos como la gestación, lactancia materna y climaterio o menopausia. Ciertamente el gasto nutricional que involucra la gestación y la lactancia, sumado a la caída de los estrógenos en la etapa del climaterio y el aumento de la malnutrición por exceso, hacen que las mujeres sean el principal grupo de riesgo poblacional", dijo. Los intolerantes a la lactosa también lo deben hacer. "Existe en el mercado una gama importante de productos alimentarios derivados de los lácteos a los que se les ha extraído este hidrato de carbono, por lo que estarían indicados en este tipo de trastornos, como por ejemplo leche, quesos y yogures sin lactosa", agregó. Una vez que se declara la enfermedad, una correcta alimentación también es de gran ayuda. "Es preciso mantener el consumo de alimentos ricos en calcio y fósforo, es decir, lácteos bajos en grasa y una adecuada actividad física diaria. Es más, el programa nacional de alimentación complementaria entrega un producto lácteo a nuestros adultos mayores que ha sido fortificado con estos minerales, por lo que su consumo contribuye también a disminuir la pérdida de estos minerales de la matriz ósea", puntualizó Rojas.

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