domingo, 8 de julio de 2018

La paradoja de "Titi" Henry: tumbar a Francia para ayudar a Bélgica

La paradoja de

08/07/2018 8:00:00El ex delantero galo y campeón del mundo y de Europa con "les bleus" hoy ayuda al entrenador español, Roberto Martínez, con una de las mejores generaciones belgas de la historia. Francia y Bélgica se miden en semifinales este martes. Después de la victoria de Bélgica sobre Brasil, Thierry Henry se subió al autobús de la selección belga en el Kazán Arena y se sentó en primera fila. Como aturdido, se tapó la cara con las dos manos durante varios segundos. Imposible descifrar todo lo que le pasaba por la mente al genial ex futbolista tras una noche de tantas emociones y ese 2-1 ante la pentacampeona en los cuartos de final del Mundial de Rusia. Pero tampoco hace falta ser adivino para saber que su Francia ocupaba un lugar primordial en su cabeza. Henry, de 40 años, fue campeón del mundo con Francia en 1998 y dos años después conquistó también la Eurocopa. Delantero fino, elegante y letal, "Titi" trabaja actualmente como asistente del entrenador Roberto Martínez en Bélgica. Y el martes tendrá el corazón dividido porque Francia y Bélgica se enfrentan en San Petersburgo en las semifinales del Mundial. Tras ser nombrado seleccionador en 2016, Roberto Martínez llamé a Henry para que se uniera a un proyecto lleno de ambición, el de convertir a la mejor generación de futbolistas belgas en un equipo capaz de luchar por cualquier objetivo. El técnico español sabía que tenía una plantilla lujosa, con fútbol a raudales, plagada jugadores de una técnica exquisita y que militan en los mejores equipos del mundo. Eden Hazard, Kevin de Bruyne, Romelu Lukaku o Thibaut Courtois son apenas cuatro nombres de lo que es esta Bélgica. Pero Roberto Martínez estaba convencido de que había un intangible que les faltaba. Saber lo que es ganar un Mundial. "En el fútbol actual apenas hay cinco naciones que tengan una generación reciente que haya sido campeona del mundo", señaló durante el Mundial Roberto Martínez. Y Bélgica no es una de ellas, así que el español quería llevar a alguien con esa experiencia a su equipo. "Es una barrera psicológica que tenemos que superar". ¿Y quién mejor que Henry? El galo, que habla francés e inglés perfecto, formó parte de aquella generación francesa que escribió historia en 1998 para ganar el hasta ahora único título mundial del fútbol "bleu". "Thierry trae un poco esa mentalidad de alguien que ha ganado un Mundial, una Eurocopa", explicó Roberto Martínez sobre la decisión de incorporar al ex delantero de Arsenal y Barcelona en su equipo técnico. "Él sabe lo que es estar ante esta oportunidad, lo ha vivido". Henry, que luce ahora una gran barba, escapó el viernes del Kazán Arena por un pasillo y evitó pasar por el camino donde esperaban decenas de periodistas. Sabía perfectamente que le iban a llover preguntas sobre el duelo del martes. Francia por aquí, Francia por allá. Henry vistió 123 veces la camiseta de "Les Bleus" y jugó cuatro Mundiales y tres Eurocopas. En 1998, el año del título mundial, el capitán de aquella Francia era Didier Deschamps, que ahora es el seleccionador galo. Las vueltas que da la vida. En Bélgica, no obstante, están convencidos de que Henry hará todo lo posible para analizar los puntos débiles de Francia y ayudar a Bélgica a alcanzar la final el 15 de julio. "Siempre intenta ayudarnos a ganar. Y trabaja para nosotros, así que querrá que ganemos", comentó el belga De Bruyne. "Pero luego los que tenemos que hacer las cosas somos los futbolistas, tenemos que lograr las cosas nosotros solos". "Estamos muy orgullosos de lo que hemos conseguido y lo vamos a dar todo también ante Francia. Por supuesto que queremos llegar a la final, jugar el partido que va a ver todo el mundo. Una oportunidad así sólo surge una vez en la vida, si es que se da", añadió el jugador del Manchester City. A Henry le surgieron dos oportunidades así: aprovechó la primera en 1998 y ocho años después Francia regresó a la final del Mundial en Alemania 2006. Henry, un jovenzuelo en 1998, era ya una estrella consagrada en la final del Estadio Olímpico de Berlín. Italia tumbó a Francia en los penales y apartó a Henry de un segundo título. El mítico delantero tiene ahora la oportunidad de volver a una final. Aunque para ello tenga que hacer añicos los sueños de su país.

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