lunes, 14 de octubre de 2019

Chileno condenado en Malasia: "Nunca se me pasó por la mente que la persona podría llegar a estar muerta"

Chileno condenado en Malasia:

14/10/2019 8:23:59Felipe Osiadacz contó sobre la muerte del "ladyboy" que provocó su detención y apuntó que "es común que las personas del comercio sexual intimiden a los extranjeros" en el Malasia Uno de los dos chilenos condenados en Malasia por el homicidio de una persona, Felipe Osiadacz, conversó con Tele 13 para contar la "pesadilla" que vivió en el país asiático. Osiadacz contó sobre la muerte del "ladyboy" que provocó su detención y apuntó que "es común que las personas del comercio sexual intimiden a los extranjeros" en el Malasia y ante la insistencia de la persona en seguir a su amigo, Fernando Candia, prefirieron irse al ascensor para subir a su habitación para que la mujer trans identificada como Yusaini Bin Ishak, se fuera del hotel. "Cuando las puertas se estaban cerrando, viene esta persona y bloquea las puertas para que no podamos subir (a la habitación); ahí se pone más agresiva, nos tira un objeto contundente, trata de tirarnos un florero, lo paramos y lo trato de sostener en el piso, y me acuerdo que se movía y se movía; le pido a mi amigo que me ayude a sostenerlo, estamos unos minutos sosteniéndolo hasta que llega la policía" detalló Felipe. "Nunca se me pasó por la mente que la persona podría llegar a estar muerta, si nunca quisiste hacer nada malo, y al final se terminó transformando en una tremenda pesadilla. Nunca obré pensando hacerle daño a alguien. Voy a tener que vivir con eso el resto de mi vida", añadió. Admeás, recordó que "la policía nos dijo que no nos preocupáramos, que a lo más íbamos a estar cuatro día bajo investigación y que después nos iban a dejar libres, que todo había sido un accidente", pero ya en la cárcel, "los gendarmes en los calabozos nos decían 'ustedes vienen a mi país a matar gente, se van a ir a la horca', y nos hacían gestos de la horca". "No sé cómo hice para no volverme loco (...) los primeros seis meses fueron aterradores, una experiencia que no se la doy a nadie", reconoció, detallando el hacinamiento y la "insalubridad" que había en los baños y en la alimentación del recinto, que incluso le provocó "muchas veces defecar sangre" agregó Osiadacz. También afirmó que "le rogaba al universo que me llevara durante el sueño, quería dejar de vivir ese sufrimiento que estaba viviendo, tan intenso, tan fuerte, tan terrorífico, tan lamentable". Tras ser consultado por su regreso a Chile, en abril, cuatro meses después de haber salido en libertad condicional a la espera del cierre del caso o la decisiones de la Fiscalía, que finalmente apeló a la sentencia de dos años por homicidio culposo, evitó ahondar en cómo lo logró ,"no creo que sea correcto explicarlo", pero admitió que se acerca a ser una "fuga" desde Malasia.

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