martes, 15 de octubre de 2019

Condenan a escuela de teatro por vetar a alumno en silla de ruedas que reprobó un examen físico

Condenan a escuela de teatro por vetar a alumno en silla de ruedas que reprobó un examen físico

15/10/2019 8:46:54El aspirante, que tiene un 70% de parálisis cerebral motora, obtuvo un 1.0 en el ramo de expresión corporal, lo que le impidió seguir en la academia. La Corte Suprema sancionó por discriminación. "Demostré que puedo actuar", dijo el afectado, que hace stand up. El 12 de agosto del 2016 el sueño de ser charlista motivacional se comenzó a desmoronar para Alfredo Ureta. Ese día se le informó que no podría seguir estudiando en la academia de actuación "Club de Teatro" que dirige el reconocido director Fernando González Mardones, a la que ingresó para mejorar su presentación en público. ¿El motivo? Había reprobado con nota 1.0 el examen de expresión corporal, prueba que no pudo completar por su discapacidad física, pues el aspirante anda en silla de ruedas por tener un 70% de parálisis cerebral motora. "Que me rechazaran me afectó mucho. Estuve ensayando por dos meses, esforzándome para sacar un buen resultado. Fue un menoscabo horrible", cuenta el afectado, quien por la nota no cumplió los requisitos para acceder al siguiente nivel del taller, terminando así sus estudios. El hecho lo marcó durante un año y originó una demanda contra la escuela que ayer, tras tres años de juicio, le dio el favor al hombre de ahora 39 años. En su fallo, la Corte Suprema condenó por discriminación a la academia, aludiendo a que ésta debió ajustar la evaluación "a sus reales capacidades (de Ureta) para poder aprobar ese módulo". Al no hacerlo ocasionó una diferenciación arbitraria. Pero llegar a esta determinación no fue fácil, pues pese a que en primera instancia el 17° Juzgado Civil de Santiago falló en favor del alumno, luego la Corte de Apelaciones lo revocó basándose en el derecho a la libertad de enseñanza que defendía la parte demandada. Sin embargo, el máximo tribunal fue enfático al catalogarlo como una "errada interpretación" de la norma, ya que el no adoptar "ajustes razonables, garantizar accesibilidad y promover la inclusión social" también vulnera la libertad de enseñanza. "Fallos como éste sientan un precedente. Los ajustes razonables permiten que las personas con discapacidad puedan tener igualdad de oportunidades para desenvolverse, eliminando las barreras del entorno que impiden su participación y autonomía", valoró la directora del Servicio Nacional de Discapacidad (Senadis), María Ximena Rivas. El fallo ratifica la sentencia inicial contra la escuela, que los obligó a adecuar sus accesos, mobiliarios y programas de estudio para que puedan matricularse personas con discapacidad, además de pagar una multa a beneficio fiscal de 40 UTM ($1,9 millones). Este medio consultó a la academia, pero al cierre de esta edición no había respuesta. El fallo ordenó el reintegro inmediato de Ureta al taller, pero hoy el aludido lo ve difícil, pues en su estadía de seis meses dice que vivió diversos maltratos. "Un profesor me dijo que me fuera a estudiar a la Teletón", contó. Ahora el hombre está dedicado a realizar charlas motivacionales, tiene un programa online de entrevistas a políticos y hace stand up comedy. En su rutina se ríe de su caso de discriminación. "Demostré que puedo actuar. Después quisiera ir a la escuela y ver muchachos con discapacidad estudiando, y que otras escuelas los sigan, pero por convicción, no por una demanda", comentó.

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