15/03/2020 8:52:07Los organizadores están obligados a dejar un espacio de un metro (aproximadamente tres pies) entre las personas en las filas y a proporcionar jabón o gel hidroalcohólico y toallitas desinfectantes para las máquinas de votación. Francia celebra elecciones nacionales el domingo para elegir a todos sus alcaldes y otros líderes locales a pesar de las restricciones de reuniones públicas debido al coronavirus. Las estaciones de votación se abrieron justo cuando entró en vigor un nuevo orden drástico que cerró todos los restaurantes, museos y la mayoría de las tiendas de Francia para detener la propagación del coronavirus. El país tiene unos 4.500 casos, incluidas 91 personas que han muerto. El presidente Emmanuel Macron decidió no retrasar las elecciones en medio de preocupaciones que serían antidemocráticas. Pero se espera que el virus reduzca drásticamente la participación. El gobierno ordenó medidas sanitarias sin precedentes en los colegios electorales. Los organizadores están obligados a dejar un espacio de un metro (aproximadamente tres pies) entre las personas en las filas y a proporcionar jabón o gel hidroalcohólico y toallitas desinfectantes para las máquinas de votación. A los votantes se les pidió que trajeran sus propios bolígrafos para firmar el registro de votación. Los reporteros de Associated Press observaron una aplicación desigual de las reglas en diferentes colegios electorales. Las elecciones del domingo son la primera vuelta de una elección de dos vueltas para el liderazgo de las 35,000 comunas francesas, algunas de solo unas pocas docenas de habitantes. Los votantes elegirán entre las listas de candidatos que se postulan para cargos de alcalde y concejo municipal. Si ninguna lista obtiene la mayoría absoluta en la primera ronda, todas las listas que reciban más del 10% de los votos calificarán para la segunda ronda, actualmente programada para el 22 de marzo. Si bien la mayoría de los votantes emitió su voto según las consideraciones locales, las elecciones son un indicador importante del sentimiento público antes de las elecciones presidenciales de 2022. La votación del domingo es un desafío difícil para el partido centrista de 3 años de Macron, que compite por primera vez en las elecciones municipales y aún carece de raíces locales en Francia. Su gobierno también es impopular después de meses de protestas del movimiento del chaleco amarillo contra la injusticia social percibida, y varias semanas de huelgas y manifestaciones contra una reforma previsional prevista. El conservador partido republicano, el partido verde, el ultraderechista National Rally y los socialistas en lucha también están compitiendo por escaños clave para la alcaldía y para fortalecer o salvar sus bases políticas en todo el país. El campo de batalla principal es París, cuyo alcalde es una figura influyente en la política francesa y supervisará los Juegos Olímpicos de 2024.
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