domingo, 24 de septiembre de 2017

Guardias asaltados en millonario robo: "Si la alarma hubiera funcionado, los pillan en la calle"

Guardias asaltados en millonario robo:

23/09/2017 9:35:47Eduardo Moya (23) y Jesús Bravo (34) saben que son también sospechosos del asalto. Aseguran que son inocentes y que no se sienten apoyados por la empresa. El martes pasado delincuentes robaron $16 mil millones de la empresa de valores Esertval en la comuna de Independencia, monto que superó con creces al robo del siglo. El lugar sólo estaba respaldado por dos vigilantes: Eduardo Moya (23) y Jesús Bravo (34), ambos son cuñados y viven en el mismo domicilio en Lo Prado. Lee también:Guardias de empresa del "nuevo robo del siglo" declararon por 4 horas y seguro podría no cubrir el asalto. Lee también: Superaron el "robo del siglo": delincuentes se llevaron más de $10 mil millones de empresa en Independencia. "Cuando ocurrió el asalto, llegó mi primer jefe, que es gerente contralor, y en vez de preguntarnos cómo estábamos, nos dijo 'por qué no apretaron la cagá de alarma'", relató Moya. En entrevista con El Mercurio, los dos saben que las sospechas también apuntan contra ellos pero aseguran que son víctimas del delito. "La alarma no funcionó. Si hubiera funcionado, los pillan en la calle. Se supone que tenemos dos minutos de reacción de Carabineros al apretar el Alpha II -el sistema de alarma que conecta con la policía- y (no pasó) nada", agregó el guardia. Tanto Moya como Bravo dicen sentirse abandonados por la empresa después del robo. "La empresa anda metida en el seguro, en nada más", afirmó el menor de los guardias. Además, comentó que esa noche "desde las tres de la mañana estábamos mojados, por la temperatura que había y la humedad y porque nos orinamos. Estábamos muertos de fríos les preguntábamos a los carabineros cuando íbamos a constatar lesiones, pero nos dijeron que primero debíamos dar las declaraciones". Esa noche Bravo fue quien salió a comprar cigarros y al volver, fueron asaltados: "Siempre salimos. Llegas en la mañana, te cambias ropa, pasa un rato para que salgan los camiones. No se puede, pero siempre lo hacemos. Laboralmente sí es un error, pero es algo que se hace a diario". El día del asalto Moya recuerda que lo vio regresar por las cámaras de seguridad cuando fue abordado por un grupo de delincuentes cuando le abrió la puerta. "Nos arrastraron, nos pegaron, nos pasaron a una sala. Nos querían matar". De acuerdo a su testimonio, los delincuentes los golpearon para sacar información de cómo operaban las bóvedas, pero aseguran que es información que desconocen: "Nunca hemos entrado. Eso solamente los jefes lo ven y las personas que trabajan en tesorería". Los delincuentes usaban radios para comunicarse, zapatos de construcción y trasladaron los bultos de dinero en carros de supermercados.

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