Caso Poblete: Investigación jesuita reveló que el sacerdote abusó de una niña de tres años

11/08/2019 15:57:33La indagación confirmó que el religioso tenía entre sus víctimas a cuatro menores de edad.Cuatro menores de edad fueron víctimas del sacerdote Renato Poblete de las cuales una de ellas tenía sólo tres años según reveló la investigación ordenada por los Jesuitas. {RELACIONADA=609095} De acuerdo a lo establecido por la indagatoria del abogado Waldo Brown, el sacerdote mantuvo una relación de pareja con una madre de familia, sobre la base de la dependencia moral, sicológica y económica, la cual le daba también acceso a sus hijas menores, de quienes Poblete abusaba fundamentalmente con besos y tocaciones de carácter sexual. Una de ellas comenzó a ser abusada desde que tenía tres años, hasta los 10, en la década de 1970, ciclo que se fue intensificando en el tiempo, según nuevos detalles que reveló este domingo el diario "La Tercera". En relación a los casos de las cuatro menores de edad: el primero ocurrió en 1959, sólo cuatro años después de que el religioso se ordenara como sacerdote, contra una niña de 13 años hasta que ésta cumplió los 15 y el último, en 2002, cuando Poblete ya tendía 78 años, contra una adolescente, que fue abusada desde sus 12 hasta sus 16 años. {RELACIONADA=608720} En total, el ex capellán del Hogar de Cristo cometió abusos durante casi medio siglo, entre 1956 y 2008 -dos años antes de su muerte- contra 22 mujeres, testimonios cuya credibilidad y plausibilidad fue confirmada por el abogado: la primera víctima fue una joven de 19 años y la última, una mujer de 44 años, ambas declararon en la investigación. Los testimonios de las víctimas señalan que entre los escenarios en los cuales el sacerdote cometía los abusos se encontraban su oficina en el Hogar de Cristo, a puertas cerradas, y el Centro Bellarmino, hasta donde concurrían bajo la excusa de una situación laboral. Otros ocurrían en su automóvil, en el cual les ofrecía traslado a sus casas, así como espacios sociales: al menos dos casos se registraron cuando cumplía labores estrictamente sacerdotales, siendo uno de ellos en la confesión de una religiosa y otro en un retiro espiritual en Punta de Tralca, al cual la víctima acudió por inquietudes de vocación religiosa.